Resumen
Se estudia la distribución anual, la abundancia y la preferencia de hábitat de seis especies de aves limícolas en la Comunidad de Madrid que se observaron casi exclusivamente en los pasos migratorios, a partir de 107 citas de 448 individuos recopiladas entre 1996 y 2019. El chorlito gris y el zarapito trinador presentaron un patrón migratorio casi exclusivamente prenupcial. La aguja colipinta, el vuelvepiedras común y los correlimos de Temminck y tridáctilo mostraron un paso prenupcial más marcado respecto al postnupcial. Las seis especies se presentaron en número reducido, normalmente individuos aislados y su presencia fue ocasional, incluso ausente durante varios años consecutivos. Las principales zonas de sedimentación fueron los embalses, donde destacaron los de Pedrezuela y Santillana, y en menor medida las graveras principalmente localizadas en la vega del curso bajo del río Jarama.
Este artículo aparece publicado en el Anuario Ornitológico de Madrid 2019-2020. En este blog se divide el artículo en seis partes que corresponden a una especie diferente y se incluye material gráfico adicional.
Introducción
Muchas aves limícolas que crían en el Ártico siguen determinadas rutas en sus migraciones anuales entre los territorios de invierno y los de cría. Para una parte de las limícolas, las áreas de cría y de invernada se encuentran en hemisferios diferentes por lo que afrontan largos viajes que requieren almacenar con antelación reservas de energía y que también implican importantes adaptaciones fisiológicas (Newton 2010). En sus desplazamientos utilizan sitios de parada para descansar y recuperar energías. La península ibérica es atravesada por dos rutas migratorias principales que conectan las zonas del Ártico y África, la mayor parte del territorio se encuentra en la ruta del Atlántico Este, mientras que la costa mediterránea se sitúa en la ruta del Mar Negro/Mediterráneo (Davidson y Stroud 2006). Una pequeña proporción de las aves limícolas que siguen estas rutas hacen escala en la Comunidad de Madrid.
El presente trabajo constituye la tercera parte del estudio de aves limícolas escasas en la Comunidad de Madrid (Martín 2002, 2004), y se centra en seis especies: chorlito gris (Pluvialis squatarola), zarapito trinador (Numenius phaeopus), aguja colipinta (Limosa lapponica), vuelvepiedras común (Arenaria interpres), correlimos de Temminck (Calidris temminckii) y correlimos tridáctilo (Calidris alba), todas ellas con el nuevo estatus de «ocasional» (Juan et al. 2021). En concreto, se analiza la fenología de la migración, su abundancia y la preferencia de hábitat de cada una de ellas.
Material y métodos
El área de estudio se limita a la Comunidad de Madrid. Se recopilaron todas las citas publicadas de las seis especies (Material suplementario, fotos S1-S6) en la «Lista sistemática» del Anuario Ornitológico de Madrid desde 1996 (De la Puente et al. 1997) hasta 2019 (Juan et al. 2021).
Las citas procedieron principalmente de observaciones puntuales de ornitólogos aficionados y en menor medida de conteos regulares realizados de forma sistemática.
No obstante, el hecho de que las principales zonas para observar aves limícolas fueran visitadas con regularidad por un creciente número de observadores cada vez más experimentados, junto al alto número de aficionados a la ornitología en la región, hace pensar que estos datos podrían representar de forma relativamente fiable la dinámica de las migraciones en Madrid. Por otro lado, el criterio de selección de citas para las seis especies tratadas es «todas las recibidas», por lo que la mayoría estarán publicadas.
Las citas de cada especie se agruparon por meses para analizar su patrón fenológico. Para analizar la distribución temporal se consideraron tres períodos en el ciclo anual: paso prenupcial (marzo-junio), paso postnupcial (julio-octubre) e invernada (noviembre-febrero). Estos períodos se ajustan a la biología de las especies estudiadas porque ninguna se reproduce en la Comunidad de Madrid.
Se representa la fenología migratoria mediante la distribución mensual de citas e individuos. Se calculó la mediana de las fechas en los pasos migratorios prenupcial y postnupcial. Para analizar la ocupación de hábitat se clasificaron inicialmente los lugares de las observaciones en estos tipos: embalse, gravera, río, laguna, charca temporal y otros (Material suplementario, foto S7), entre los cuales se eliminó la laguna posteriormente por no aportar resultados.
Para reducir el impacto del doble conteo de individuos sedimentados durante varios días en el mismo lugar, se excluyeron las citas consecutivas registradas dentro de un período de 15 días desde la primera observación. Este período se estableció en base al análisis preliminar de las series temporales de las seis especies y permitió eliminar el conteo repetido prácticamente en su totalidad. Asimismo, este período está alineado con las estimaciones de duración media de parada en sitios preferentes de calidad de algunas de las limícolas estudiadas, como los 13-14 días para el correlimos tridáctilo (Guðmundsson y Lindström 1992), si bien, puede ser mayor para otras especies. En el caso de la serie temporal de la aguja colipinta, las fechas de las observaciones quedaron espaciadas por un intervalo de al menos 24 días.
Resultados y discusión
En total se recopilaron 160 citas, de las cuales se analizan 107 citas correspondientes a 448 individuos (tabla 1) para el conjunto de las seis especies tratadas en un extenso período de 24 años comprendido entre 1996 y 2019. Asimismo, se han excluido cuatro citas registradas con anterioridad a 1996 (una de chorlito gris en 1993, dos de zarapito trinador en 1970 y 1994 y una de vuelvepiedras común en 1991), y 49 citas asignadas a individuos sedimentados, que no computan en las tablas ni se representan en las figuras de tendencia. Hubo un marcado sesgo en las fechas de las observaciones ya que casi el 60% fueron registradas durante fines de semana o festivos, lo que obedece al hecho de que sean citas generadas en su mayor parte por aficionados a la ornitología. Es evidente que una fracción de aves podría pasar sin ser detectada, especialmente cuando la duración de la parada fue reducida o se detuvieron en alguno de los enclaves con menos cobertura de observadores.
Chorlito gris (Pluvialis squatarola)
El número total de citas registradas fue de 15 correspondientes a 22 individuos. Se observó casi exclusivamente en el paso prenupcial ya que solo hubo un registro en el paso postnupcial. Como invernante no se registró ninguna cita para la Comunidad de Madrid.
La migración primaveral fue relativamente corta y estuvo comprendida entre el 12 de abril y el 26 de mayo, que concentró el 96% de los individuos (figura 1). Los primeros migrantes llegaron a partir de la segunda semana de abril. El paso se intensificó a lo largo de la primera quincena de mayo, cuando alcanzó el máximo de la migración, y los últimos pasaron durante la última semana de mayo. La mediana de las fechas del paso prenupcial fue el 7 de mayo. La migración otoñal se puede considerar testimonial ya que hubo un único registro el 19 de agosto de 2012.
Este patrón migratorio tan desigual entre primavera y otoño podría explicarse por la utilización de diferentes rutas durante la migración prenupcial y postnupcial (Exo y Wahls 1996; Exo et al. 2019). En primavera la mayoría de los chorlitos grises atravesarían la península ibérica por un corredor más ancho que abarcaría el interior, lo que favorecería la parada de algunos individuos en la Comunidad de Madrid. Mientras que en otoño la mayoría de las aves viajarían en un frente más estrecho a lo largo de la costa atlántica alejadas del interior (Exo et al. 2019).
El paso del chorlito gris resultó reducido y bastante irregular y su presencia ocasional estuvo atestiguada por períodos de ausencia de hasta dos años como en 2008-2009 y 2013-2014 (figura 3). Esta fenología coincidió con otras zonas del interior como Burgos (González et al. 2006, 2012; Román et al. 2018), Toledo (Sánchez y De los Reyes 2017) y Ciudad Real (Torralvo 2002) donde también se presenta de forma ocasional y con la mayor parte de las observaciones en el paso prenupcial.
En España la especie está presente en el curso de sus desplazamientos migratorios y durante el periodo invernal (Díaz et al. 1996) con una media de más de 8.000 aves invernantes registradas según los censos de invierno 2008-2010 (Dies y Dies 2012). En otros países de Europa continental los registros de chorlito gris en zonas del interior también presentan números bastante reducidos, como los señalados en Francia, Suiza y Alemania (Blomqvist et al. 2007). El chorlito gris es capaz de realizar largos viajes sin paradas de hasta 4.000 kilómetros (Exo et al. 2019) y se podría sugerir que tan solo una mínima proporción de las aves que siguieran una ruta migratoria que atravesara Madrid necesitarían detenerse para descansar y reponer energías en los humedales madrileños.
La especie se presentó en número muy reducido y en la mayoría de las ocasiones se trató de aves aisladas (75%). El tamaño medio de bando fue de 1,4 individuos. El mayor bando detectado fue de tres aves que coincidió con el máximo anual en la serie histórica registrados en tres años diferentes: 2004, 2012 y 2015 (figura 2).
La especie se sedimentó fundamentalmente en los embalses donde se registraron el 80% de las citas y el 86% de los individuos (figura 3). Los embalses de Pedrezuela y Santillana constituyeron las principales áreas de parada en Madrid. Las graveras localizadas en la vega del curso bajo del río Jarama ocuparon el segundo lugar en la preferencia de hábitat con el 20% de las citas y el 14% de los individuos.
Próxima entrada: Parte II: Zarapito trinador.
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