Correlimos tridáctilo (Calidris alba)
Se recopilaron un total de 20 citas correspondientes a 99 individuos. Se observó casi exclusivamente en los pasos migratorios, sobre todo en mayo y septiembre, y fue más patente durante el paso prenupcial con el 80% de las citas y el 76% de los individuos (figura 1). En el paso prenupcial las observaciones se extendieron entre el 9 de abril y el 19 de mayo, que fue el mes de mayor abundancia en primavera con un 35% de las aves. El paso se mantuvo en números reducidos durante abril para incrementarse a partir de la primera semana de mayo y alcanzar el máximo en la primera quincena de este mes, en la segunda quincena sólo existió una observación el 19 de mayo. La mediana de las fechas de paso primaveral fue 5 de mayo.
El paso migratorio postnupcial fue más reducido y menos extendido en el tiempo. La banda temporal de las observaciones se situó entre el 1 de septiembre y el 6 de octubre. La migración otoñal se concentró casi en su totalidad en la segunda quincena de septiembre. La mediana de las fechas del paso otoñal fue el 17 de septiembre.
En la invernada se detectó exclusivamente en una ocasión, 3 individuos el 9 de noviembre de 2019 en Soto Gutiérrez, aunque al tratarse de la primera quincena de noviembre, podría aún referirse a aves en migración postnupcial tardía. La invernada en Madrid se considera accidental como ocurre en el resto del interior peninsular (Torralvo 2002; Jubete 2005; González et al. 2006, 2012; Blanco 2007; Bueno et al. 2017; Sánchez y De los Reyes 2017; Román et al. 2018). Este patrón invernal se relaciona tanto con la marcada preferencia de la especie por hábitats de litoral costero como con la alta fidelidad a los cuarteles de invierno (Reneerkens 2009).
La presencia anual del correlimos tridáctilo fue discontinua y estuvo ausente en períodos de varios años consecutivos como el 2005-2007 (Material suplementario, figura S6). No obstante, su presencia fue regular en años recientes con continuidad entre 2017 y 2019. En 2019 se detectó el máximo anual, de 49 individuos, coincidente con dos bandos registrados de 17 y 18 individuos. Esta fenología coincidió con la de otras zonas del interior peninsular como Aragón (Bueno 2017), Palencia (Jubete 2005) y Salamanca (Blanco 2004), donde el paso prenupcial es también escaso, aunque regular, y más intenso que el postnupcial.
Los vuelos migratorios realizados esencialmente a lo largo de la costa (Lisovski 2016), la alta fidelidad durante años a las mismas zonas de parada de calidad con una tasa de retorno del 65% (Guðmundsson y Lindström 1992; Reneerkens 2009) y la capacidad para realizar largos vuelos sin paradas (Summers y Waltner 1979) podrían justificar el número reducido de registros de correlimos tridáctilo en la Comunidad de Madrid.
La mayoría de las observaciones fueron de uno o dos individuos (60% de las citas), pero el tamaño medio de bando fue de 4,9 aves debido a concentraciones puntuales, principalmente de 19 individuos en Los Albardales (San Martín de la Vega) el 18 de septiembre de 2017 que fue la mayor registrada en todo el periodo, 18 individuos el 8 de mayo de 2019 en el embalse de Santillana y 17 aves el 18 de mayo de 2019 en el embalse de Pedrezuela. Esta especie se observó asociada en ocasiones con otras limícolas, especialmente con correlimos comunes (Calidris alpina).
Los embalses constituyeron el sustrato más utilizado por los correlimos tridáctilos donde se registraron el 80% de las citas (fugura 3). Todas ellas se concentraron en tres de los embalses a pie de la Sierra de Guadarrama: Pedrezuela, Santillana y Valmayor. Siguieron en orden de importancia las graveras de la cuenca del Jarama y las charcas temporales, ambas con el 10% de las citas. El porcentaje de individuos correspondiente a las charcas temporales estuvo distorsionado por el registro del bando máximo de 19 individuos.
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